No podemos evitar que las líneas de expresión aparezcan en nuestro rostro, pero si podemos retrasar su aparición y hacer que las líneas sean lo más tenues posible.

El paso de los años es inevitable y se evidencia por lo general en nuestro rostro.  Los signos de envejecimiento en el rostro son entre otros  manchas, líneas de expresión en ojos y frente, surco nasogeniano marcado y flacidez  de piel  en párpados y  mejillas.

Se han identificado desde hace tiempo los factores responsables de la aparición de estos signos de envejecimiento en el rostro. La exposición a los rayos del sol es la primera causa de maltrato de la piel, no obstante hay factores que juegan también un rol importante en la aparición de estos signos como los hábitos alimentarios, el uso de tabaco, la calidad del sueño y la actividad física.

Literalmente prevención es la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo.  En medicina la prevención primaria apunta a eliminar los factores de riesgo que puedan causar lesiones  antes que sean efectivos. La intervención debe tener lugar antes que se produzca el daño y el objetivo principal es impedir o atrasar la aparición del daño.

Para prevenir entonces los signos de envejecimiento en nuestro rostro debemos identificar los factores de riesgo que llevamos presentes en nuestra vida diaria a fin de trabajar sobre ellos y procurar eliminarlos. Si estamos siempre expuestos a la luz del sol debemos utilizar un buen bloqueador solar, y usarlo adecuadamente, para esto debemos consultar con nuestro dermatólogo sobre cuál  producto es más adecuado para nuestro tipo de piel. Es importante que el uso de este producto sea durante todo el año incluso si no hay brillo solar y si además estamos siempre expuestos a las pantallas de nuestras computadoras.

Por otro lado, el consumo de vegetales como frutas y verduras no solo mantendrán nuestro peso sino que mantendrán nuestra piel con buena salud, recordemos que estos alimentos aportan vitaminas dentro de las cuales está la vitamina C que es indispensable para la formación de colágeno.  La ingesta de agua también mantiene hidratada nuestra piel.

Al realizar ejercicio físico, favorecemos la circulación sanguínea y mejoramos la oxigenación de los tejidos entre ellos la piel. La alteración de nuestro hábito de sueño  y el dormir poco llevan a lucir con el tiempo un cutis maltratado.

El tabaco es un factor que merece un trato aparte. Muchos estudios científicos demuestran que hay alteración de la microcirculación cutánea en personas que fuman, tanto en tabaquismo agudo como crónico, por lo tanto es preciso eliminar el tabaco de nuestras vidas si queremos seguir luciendo jóvenes.

Además del trabajo sobre los factores responsables de la aparición de signos de envejecimiento, se recomienda también el uso de cremas hidratantes y humectantes para mantener la lozanía de la piel. Otra alternativa que está surgiendo  y tiene resultados muy buenos es la aplicación intradérmica de bióxido de carbono, conocida como Carboxiterapia.

Carboxiterapia contribuye a mejorar la microcirculación de la piel, a estimular la formación y organización de las fibras colágenas y elásticas y hace lucir a la piel sana y fresca. En casos de prevención se recomiendan 3 a 4 sesiones al año, en personas menores de 30 años con presencia de  factores de riesgo para envejecimiento. La recomendación importante es que debe siempre ser evaluada en la primera consulta por el médico y hacerse una historia clínica para determinar si la persona es candidata a recibir el tratamiento; además Carboxiterapia es un procedimiento médico y debe ser realizada por un médico bien entrenado en la técnica.

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Investigadora y médico endocrinóloga es ponente en congresos y seminarios donde difunde los últimos descubrimientos y técnicas de aplicación del CO2.

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